jueves, 18 de diciembre de 2008


Todo lo que se encierra en pequeños grandes momentos, en lapsos de tiempo en el que cruzas momento de vida con personas, y que muy probablemente, jamás vuelvas a saber de ellas.

Aquellos primeros amores, de prepa, aquellas salidas de pinta, mis mejores amigos, no sé, eso que tardes de cafè ahora a mis 3o, me dan profunda nostalgia. Viví lo que tenía que vivir, y gracias porque coincidiste conmigo, fueron mis mejores amigos, donde las lealtades morales estàn siempre en orden gerárquico arriba aún que las necesidades sociales. A tí que de alguna manera tuviste que ver en mi vida, Gracias, ojalà podamos volver a coincidir en tiempo y espacio.

Mi generación , la del 78 es un parteaguas en la historia, el año en que los los sandinistas anunciaron la guerra civil, en que Carmen Conde entra en la Real Academia Española, año en que Karol Wojtyła es elegido Papa de la Iglesia Católica bajo el nombre de Juan Pablo II y también cuando Carlos Fuentes publica "La cabeza de la hidra". Somos testigos de la guerra del Golfo Pérsico, y de la más cercana, el levantamiento zapatista. Somos también testigos de vida de los más grandes pensadores del siglo XX, y de la ausencia del liderazgo moral del Siglo XXI.

Nosotros desde nuestro eterno San Cristóbal, en el Colegio Tepeyac, la EST No.1, el COBACB 11, vivimos el trance politico, sociológico y cultural del cambio, del nuestro de niños a jóvenes y el de nuestra sociedad, que en su momento rompió esquemas y paradigmas. Es esta pues la generación, mi generación, que en donde quiera que estemos nos mantenemos unidos en pensamiento y alma, algo más que un simple estar y crecer juntos.

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